La comida regional es fruto de la fusión de ingredientes nativos como maíz, tomate, yuca y papa, con productos que durante la colonia fueron importados de otros continentes como arroz, plátano y las carnes vacuna y de aves de corral.
Las aceras de los barrios, sean céntricos o periféricos, son los sitios preferidos de las cocineras para asentarse y cautivar a la clientela con sus delicias, comenzando a atender a partir de las 16:00 hasta la medianoche, aunque algunas ofrecen su comida desde el mediodía.
El agachao del Avión Pirata es el más antiguo, por lo que atrae a muchos clientes noctámbulos. Dorys Casupá trajina todas las tardes desde la avenida Virgen de Luján hasta la calle Tao, donde ofrece locro de gallina, majao batido de charque, rapi y ají de lengua. “Preparo cogote relleno el cual lo sirvo al gusto del cliente, como presa del locro o como plato individual con arroz, chuño y jugo”, anotó.
En el cuarto anillo y radial 27 se ha consolidado la esquina del rapi, donde Presentación Rivas tiene su clientela asegurada desde hace cinco años.
En la Villa Primero de Mayo es conocido el agachao La Tinaja por la variedad de platos que ofrece.
De igual manera, María Méndez se ha hecho popular en la avenida Mutualista y calle 11, donde atiende su agachao desde hace 32 años.
“Me gusta la comida de doña María porque es de confianza, pues en otro lado uno no sabe lo que le dan para comer”, dijo el cliente Wílber Peredo
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