jueves, 3 de octubre de 2013

Oktoberfest, descubriendo la cocina alemana

Salchichas, cerveza, pastel de manzana y chucrut… los cuatro 'clásicos' de la cocina alemana… En esta edición, hacemos un pequeño recorrido por los platos y productos más emblemáticos de las despensas bávaras. Éstas son las claves.

• Es más que evidente que las salchichas (wurst) desempeñan un importante papel en la cultura culinaria de Alemania. Las hay de sabor más suave, que son las que provienen de Frvankfurt; asadas, como las preparan en Nuremberg; o blancas, más típicas de la zona de Baviera. Sea como sea, es un alimento que suele estar muy presente tanto en las mesas particulares como en las de los restaurantes.

• En general, los platos suelen ser bastante abundantes y, sobre todo, energéticos. Esto no quiere decir que no vayamos a encontrar recetas elaboradas con verduras. Las ensaladas también están presentes en la cocina, pero preparadas con pasta o papa y condimentadas con carne, embutidos y las siempre presentes salchichas.

• Respecto a las carnes, son típicas las chuletas de cordero, el famoso codillo, las manos de cerdo, las albóndigas y unos pequeños filetes de carne picada a los que llaman frikadellen.

• El pescado también cumple un importante papel en la dieta alemana. Les gusta mucho ahumado o acompañado de salsas de yogur o nata. Los arenques están entre sus preferidos, pero también disfrutan mucho del rape y la trucha.

• Es muy habitual que estos platos principales vengan acompañados por una guarnición: un poco de ensalada alemana, chucrut, patatas fritas o cocidas (las omnipresentes kartoffel) o quizá un poco de verdura.

• Los postres también son muy especiales y ‘contundentes’ en Alemania. El más conocido es el pastel de manzana, apfelstrudel.

• En el apartado de las bebidas, la cerveza es, como cabía esperar, la reina de las mesas en cualquier localidad alemana. Los tipos son muy diversos, pero los más comunes son la altbier, un poco amarga y con alto contenido en lúpulo; las märzen, starkbier, bockbier y doppelbock, que tienen gran cantidad de malta; la pilsener, fuerte y también con sabor a lúpulo; y la wiessbier, entre otras, que se elabora con granos de trigo y es muy ligera. Alemania es famosa también por sus excelentes vinos blancos; destacan los del valle del Rin (Rheingau).

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