jueves, 10 de octubre de 2013

Salmorejo en verano

Se viene el día de la Hispanidad, el mismo que se recuerda el 12 de este mes, en conmemoración a la llegada de Cristóbal Colón a América, por ello aquí les presentamos uno de los platos tradicionales de nuestros ancestros. El salmorejo es una preparación tradicional de Córdoba (Andalucía-España) es una crema que se elabora a base de miga de pan, servida generalmente como primer plato, pero en la actualidad ha tenido algunas variaciones en sus ingredientes.

Historia del salmorejo. Como preparación culinaria, se remonta a los primeros inicios de la humanidad, su origen es difícil de establecer, aunque algunos dicen que es un plato de origen popular, en los que se trituraban los ingredientes en un par de piedras. Esta forma primitiva de cocinado por trituración mecánica era muy común, y se aplicaba a un gran número de alimentos. En los inicios estos salmorejos desde luego no llevaba tomate, y eso lo convertía en lo que se denomina salmorejo blanco. La historia culinaria del salmorejo posee dos hitos históricos importantes, el primero es la incorporación del tomate como ingrediente capaz de proporcionar color rojo, y el segundo fue con la llegada de la electricidad en los procesos culinarios con la incorporación de electrodomésticos como fue la batidora eléctrica.

Ideal para el verano. Es un plato de verano con grandes beneficios para la salud del organismo y especialmente para el cuidado del corazón.

Es fuente de potasio, carotenoides como los licopenos con función antioxidante y al mismo tiempo, posee vitamina C y sodio. También contiene cantidades moderadas de ácido fólico y vitaminas del complejo B.

Salmorejo
Para 2-4personas

• 500 grs de tomates rojos bien maduros.
• 100 gramos de pan duro (de 1 o 2 días de atraso)
• 100 ml de aceite de oliva virgen extra
• 1 diente de ajo (la cantidad de ajo al gusto, mucha gente le añade solo medio)
• sal al gusto
• Agua y hielo (solo para pelar los tomates)

Preparación:
Pon a calentar agua (para pelar los tomates). Mientras tanto toma los tomates y haz un corte en cruz en la base de cada tomate. No hagas el corte demasiado profundo, con cortar la piel es suficiente. Cuando esté hirviendo añade los tomates y deja entre 30 segundos y 1 minuto (fíjate que se separará un poco la piel). Mientras prepara un recipiente con agua fría y hielo. Saca los tomates del agua caliente y añade al recipiente de agua fría. Con el enfriamiento repentino la piel del tomate se separará del cuerpo y serán más fáciles de pelar. Corta el pan en trozos pequeños y haz lo mismo con los tomates y ponlos sobre el pan. Añade un poco de sal, corta el ajo en varios trozos y añádelo al pan y al tomate. por último añade el aceite de oliva y pásalo todo por la batidora hasta que quede bien fino, después mételo en el refrigerador en unos momentos estará frío y puedes acompañarlo con jamón serrano, huevo duro (cocido) y unas gotas de aceite de oliva.

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