jueves, 21 de noviembre de 2013

La fibra, un aliado de la buena digestión

Colesterol alto, diabetes, cáncer, hemorroides o diverticulosis son los males que pueden evitarse con sólo un componente que se halla en verduras, frutas y cereales: la fibra. Su consumo temprano y sin exageración puede prevenir enfermedades y molestias a largo plazo.

La fibra alimentaria es la parte de las plantas comestibles que resiste la digestión y absorción en el intestino delgado humano y que experimenta una fermentación parcial o total en el intestino grueso. “Es lo que nos diferencia de los animales herbívoros. Nosotros no tenemos la capacidad de asimilar o digerir cierta cantidad de elementos que nos dan algunas frutas y vegetales, los que se convierten en fibra”, explica el médico, cirujano y nutriólogo Boris Calle. Así, la manzana, la naranja, el brócoli, las peras, las coles, los higos, las ciruelas, las zanahorias, las arvejas, los frijoles y cereales como la avena, el amaranto, la quinua y el arroz, pero el integral, lo mismo que el pan poseen fibra. “Hay que reconocer incluso que las pipocas también tienen una buena cantidad”, señala Calle, quien advierte que hay que consumirlas con medida.

Tipos de fibra

La fibra puede ser soluble o insoluble. “La soluble, además de captar agua, es capaz de disminuir y ralentizar la absorción de grasas y azúcares de los alimentos, lo que contribuye a regular los niveles de colesterol y de glucosa en sangre”, indica el nutriólogo. En cambio, la insoluble está integrada por sustancias como la celulosa, la hemicelulosa, la lignina y el almidón resistente; retienen cantidades menores agua y, por lo tanto, se hinchan muy poco.Ambas se encuentran en verduras, frutas, cereales y en algunos granos, lo ideal es variar en la dieta el consumo de éstas.

La fibra aporta una serie de elementos al cuerpo, pero su mayor beneficio es para la digestión. Su consumo diario permite el buen funcionamiento de todo el sistema relacionado con este proceso. Combate además el estreñimiento, así como las molestias que llegan con este tipo de trastorno. “La cáscara de la manzana no se llega a asimilar completamente y genera una especie de bulto en nuestro intestino que va a exigir líquido para ser transportado, lo que es muy beneficioso, porque genera mayor cantidad de heces fecales y evita el estreñimiento”, explica Calle.

Además, este carbohidrato complejo es un componente que a la larga puede ayudar a prevenir las molestosas y dolorosas hemorroides que se producen por el esfuerzo que se hace al evacuar. Una buena digestión resultará en un proceso indoloro.

Eso sí, la fibra debe ser consumida sin excesos porque cuando se abusa “se tiende a tener problemas en la cantidad de gases”, recomienda Calle. Además, puede causar un cuadro diarreico y que algunas vitaminas no sean asimiladas por el cuerpo.

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