El calabacín es una deliciosa verdura llena de agua y poco calórica que debes consumir, ya que tiene aportes benéficos para el organismo. Se caracteriza por ser una excelente fuente de rutina, la cual es un compuesto fenólico que pertenece a la familia de los flavonoides y que posee una poderosa acción antioxidante. Según el estudio científico “Synergistic inhibition of low-density lipoprotein oxidation by rutin” realizado en la Universidad Técnica de Múnich (Alemania), la rutina limita la oxidación del colesterol nocivo para la salud, lo que previene la arteriosclerosis y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, el calabacín se caracteriza por su riqueza en carotenoides, particularmente la luteína y zeaxantina. Estos compuestos protegen al organismo de los efectos nefastos de los radicales libres y favorecen la salud ocular.
En cuanto a los minerales y oligoelementos que contiene el calabacín, encontramos el fósforo, magnesio, potasio, hierro y cobre. Son elementos que participan en la formación de los huesos y dientes, regeneración de los tejidos y constitución de las membranas celulares. Asimismo, fortalecen el sistema inmunitario, mejoran la digestión y el transporte de oxígeno en la sangre.
¿Qué?
Cocina esta exquisita hortaliza
Preservando sus nutrientes
Es preferible no pelar el calabacín, ya que la mayoría de los nutrientes se encuentran en su cáscara. Asimismo, debes consumirlo crudo o cocido al vapor para poder aprovechar de sus preciados beneficios. Si lo fríes, pierde su riqueza nutritiva.
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