domingo, 6 de septiembre de 2015

Mole Poblano La tradicional salsa mexicana

El mole poblano es uno de los platos más tradicionales de la gastronomía mexicana. Las versiones sobre su origen son muchas y van desde los aztecas, quienes lo servían a los grandes señores, hasta la época de la conquista y los frailes. Es una combinación de cacao, ajíes, sésamo, nueces, almendras y tomate, entre otros.

Historia. Aunque se clasifica como una salsa, y de hecho, el significado de su nombre es "salsa", el mole es la más pura representación de la cocina mexicana: de espíritu definido, tradición, raíces nativas y sabor apasionado.

Desde la época prehispánica, donde se conocía como "Mulli", aquellos años se hicieron diversas salsas molidas y complejas, que se fueron refinando y adaptando a los ingredientes y usos culinarios.

En su origen el mole poblano era un guiso de pavo en salsa al cacao, es de ahí donde derivaron diversas formas de prepararlo.

Muy popular. Aunque la tradición dice que el mole surgió en Puebla, poco después apareció en todo México y en todas partes donde tuvo influencia de la cultura española, dándose así, el mestizaje de la gastronomía mexicana.

"El mole poblano es para todos los días, para todas las fechas, no hay fiesta de Puebla donde no se lo pueda disfrutar", destacó Alejandro Cañedo, director de la oficina de Turismo de Puebla, durante la presentación del Festival del Mole Poblano, en junio.

Para celebrar. Así pues queda plasmada la importancia del mole poblano en muchas de las tradiciones, costumbres y fiestas que realizan a lo largo del año.

Esta delicia gastronómica mexicana no puede faltar a la hora de celebrar un bautizo, un cumpleaños, hasta celebrar la Navidad y el Año Nuevo con un suculento platillo de mole poblano.

Mole Poblano

Ingredientes

• 1 pollo cocido, cortado en piezas
• 4 cucharadas de manteca de cerdo
• 2 cucharadas de sésamo tostado
• 6 ajíes anchos
• 4 pimienta
• 3 dientes de ajo
• 2 clavos
• 2 hojas de laurel
• 1 cebolla
• 1 rajita de canela
• 1 tablilla de chocolate

Preparación

1. Remojar los chiles en agua caliente.

2. Molerlos con los ajos, laurel, sésamo, clavos, pimienta, canela, cebolla y el chocolate, hasta formar una pasta.

3. Freír esta pasta en la manteca caliente, sazonarla con sal y el caldo suficiente para que tome buen espesor.

4. Incorporar la carne cocida para la que se preparó el mole.

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