miércoles, 17 de septiembre de 2014

Lechuga y aceite de oliva, buenos para combatirla Hipertensión

Los resultados de una investigación dirigida desde una universidad británica, el King's College de Londres, sugieren que una dieta rica en grasas insaturadas y verduras con un buen aporte de nitritos, lo que se consigue en un mismo plato si combinamos lechuga con aceite de oliva, puede protegernos contra la hipertensión. Lechuga y aceite de oliva son dos ingredientes principales en muchas ensaladas típicas de la región mediterránea.

El papel de esos dos ingredientes podría ayudar a explicar por qué algunos estudios anteriores habían mostrado que la dieta mediterránea puede reducir la presión sanguínea.

La dieta mediterránea incluye habitualmente grasas insaturadas en forma de aceite de oliva, así como lechuga, apio y zanahoria, ricos en nitritos y nitratos.

Cuando se combinan estos dos grupos de alimentos, la reacción de los ácidos grasos insaturados con los compuestos de nitrógeno en los vegetales resulta en la formación de ácidos grasos nitrados.

El equipo de Philip Eaton, profesor de bioquímica cardiovascular en el King's College, utilizó ratones para investigar el proceso por el cual estos ácidos grasos nitrados reducen la presión arterial, verificando para ello si habían inhibido cierta enzima que regula dicha presión.

Los ratones modificados genéticamente para ser resistentes a este proceso de inhibición mantenían su presión sanguínea alta a pesar de ser alimentados con el tipo de ácidos grasos nitrados que normalmente se forman cuando se consume una dieta mediterránea.

Sin embargo, los ácidos grasos nitrados bajaban la presión sanguínea de los ratones normales que seguían las mismas dietas.

Por tanto, la conclusión del estudio es que el efecto protector de la dieta mediterránea, combinando grasas insaturadas y verduras abundantes en nitritos y nitratos, procede al menos en parte de los ácidos grasos nitrados generados, que inhiben la acción de esa enzima y logran reducir la tensión arterial.

Tal como hace notar el profesor Eaton, lo descubierto en esta investigación ayuda a explicar por qué estudios anteriores han mostrado que una dieta mediterránea, incluyendo aceite de oliva virgen extra puede reducir la incidencia de los problemas cardiovasculares, como derrame cerebral, insuficiencia cardíaca y ataque al corazón.

La principal característica del aceite de oliva, y aquella que lo hace único, es el alto índice de ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico), y antioxidantes.

Tanto el ácido oleico (monoinsaturado) y el ácido linoleico (poliinsaturado) contenidos en el aceite de oliva, son fundamentales para la salud, ya que son necesarios y nuestro organismo no puede sintetizarlos.

Estos ácidos grasos son conocidos como esenciales.

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