lunes, 19 de octubre de 2015

El consumo de pescado es un antídoto contra la depresión

Un nuevo estudio lanzado por la Escuela de Medicina de la Universidad Qingday de China descubrió una correlación directa entre el consumo de pescados ricos en ácido Omega-3 (lo que se conoce como el salmón, el atún y las truchas) y una reducción en el riesgo de desarrollar depresión.
La investigación contó con la participación de 150.000 personas y se desarrolló a partir de 2001. Los resultados muestran que los consumidores de pescado mostraron un 17% menos de signos de depresión que quienes no lo comen.
El análisis, que fue publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health (Semanario de Epidemiología y Salud Pública), sugiere que la principal razón por la que la ingesta de pescado podría evitar síntomas depresivos es la presencia de ácidos grasos, los que tendrían un alto impacto en la actividad cerebral.
Se cree que estos elementos juegan un rol en la secreción de dopamina y serotonina, dos hormonas relacionadas directamente con la depresión.
La conexión incluso podría ser mayor: una de las conclusiones postula que las personas que comen pescado de forma regular son, en general, más saludables y eso provoca un impacto directo en el bienestar mental.
La reacciones de la comunidad científica frente a estos resultados han sido divididas. Dado que la depresión es un tema de salud pública que afecta a todo el planeta, los especialistas destacan que es importante recordar que la dieta es sólo uno de los factores que impactan en la salud.
La socióloga Rachel Boyd comentó que "es importante no simplificar estos resultados, dado que hay muchos factores que influyen en el desarrollo de la depresión. Sin embargo, estamos de acuerdo en que consumir estos productos en la dieta regular puede ser beneficioso y, además, es uno de esos ‘pequeños cambios’ que la gente tiene la posibilidad de hacer en sus vidas y que tiene el potencial de tener un gran impacto”.

Aquellos que padezcan o hayan padecido depresión, seguramente escucharon hablar de la serotonina. Es un neurotransmisor que tiene mucho que ver con el estado de ánimo.
Hay que separar entre carbohidratos simples y complejos. Los simples, como los alimentos muy dulces o almidonados, o aquellos hechos con harina blanca, nos ayudan a aumentar la serotonina. Por esa razón es que solemos atacarlos cuando nos sentimos tristes.

El problema es que estos alimentos hacen que la glucosa en la sangre aumente y luego disminuya muy rápido. Cuando la glucosa decae, también lo hace nuestro ánimo.
Por el contrario, los carbohidratos complejos, que se encuentran en casi todos los productos integrales, frutas, vegetales y legumbres, aumentan desde todo punto de vista y sostienen el nivel de serotonina sin entrometerse con el nivel de glucosa sanguíneo de cada una de las personas.
Las vitaminas
Depresión Las vitaminas y los minerales afectan al trastorno depresivo. Ha quedado demostrado por estudios realizados en Harvard que el folato, un tipo de vitamina B, que se encuentra en vegetales de hoja verde, huevos y legumbres, pese a no haber sido estudiado en tanta profundidad como el Omega 3, tiene efectos positivos ante la depresión.
Dieta Hay evidencias de que la deficiencia de vitamina B está relacionada directamente con la depresión, y que el incluirlo en la dieta puede ser parte eficaz del tratamiento para la misma. Un plato habitual de lentejas debería ser suficiente. La espinaca y el espárrago también son muy buenas fuentes de folato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario