viernes, 9 de diciembre de 2016

Pechugas de pollo glaseadas con miel y limón



Ingredientes

• 4 pechugas de pollo sin filetear
• El zumo de 2 limones y una lima
• 2 cucharadas de miel de abejas y unas judías verdes para guarnición

Preparación

La técnica del glaseado es muy buena, tanto en su aspecto visual como en el del sabor ya que los ingredientes de la salsa van penetrando poco a poco en los alimentos cocinados, consiguiendo un sabor muy interesante.

Comenzamos marcando las pechugas de pollo en una parrilla para cocinar su parte exterior y marcar un poco las rayas en su superficie. Será suficiente con dejar unos dos minutos por cada lado para conseguir ese aspecto apetecible. Después, reservamos y, mientras reposa el pollo, preparamos la salsa del glaseado en un cazo.

Ponemos el zumo de dos limones y una lima, -que aporta matices muy agradables- a cocer y añadimos dos cucharadas de buena miel. Cuando se integra bien y forma muchas burbujas, comenzamos a glasear las pechugas de pollo, una forma fácil y rápida de hacerlo.

En una sartén ponemos la salsa de miel y limón y las pechugas y de modo paciente, comenzamos a cubrir las pechugas con la salsa, usando una cuchara. Hay que ser paciente ya que haremos esta operación hasta quedarnos sin salsa. Ésta se irá espesando poco a poco, mientras aporta una capa de color al pollo. Con diez minutos es suficiente para conseguir un color dorado y terminar de cocer el pollo en su interior.

Para servir estas pechugas de pollo glaseadas con miel y limón podemos preparar una guarnición de arroz blanco o judías verdes cocidas y salteadas en una sartén. Se puede decorar con ralladura de la cáscara de los limones y la lima.


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