Aunque pueda parecer extraño, hay algunos alimentos que no deberíamos guardar en la heladera ya que el frío puede causar alteraciones en su sabor, en sus propiedades o, incluso, hacer que se pongan malos más rápidamente, según información difundida en el portal ABC.
Hay alimentos que para ser presevados sólo requieren ser guardados en un lugar fresco, con poca luz porque sino se oxidan, secan, enduran, se llenan de hongos o terminan rancios.
A continuación publicamos algunos de esos alimentos que es preferible dejar fuera de la nevera.
CAFÉ
El café pierde todo su sabor dentro de la nevera y, además, cogerá todos los olores del resto de alimentos que tengamos dentro.
Expertos en café insisten en que el café debe guardarse en sitios frescos y oscuros para que guarde su aroma, su sabor y su frescura ya que la luz, el aire y el calor son “los principales enemigos del café”.
FRUTAS TROPICALES
Las bajas temperaturas anulan las enzimas que permiten madurar a las frutas tropicales como la piña, el plátano o la papaya, a las que el frío hace que su pulpa se vuelva pastosa o su piel se ponga negra.
Según McGee, estas frutas están acostumbradas a temperaturas más altas por lo que no es conveniente almacenarlas a temperaturas por debajo de los 10 grados.
EL CHOCOLATE
Uno de los alimentos que más duda nos puede generar sobre la idoneidad de meterlo o no en el refrigerador es el chocolate... por aquello de que se pueda derretir. Sin embargo los expertos lo tienen muy claro, el chocolate no hay que meterlo en la nevera salvo que contenga un relleno lácteo o haga mucho calor. El frío hará que le salga una especie de capa blanquecina, que significa que ya no sabe cómo debería y su textura no es la que debería ser. Una vez abierto, aconsejan envolverlo en «papel de aluminio» y, después, "de nuevo en plástico".
TOMATES
Los tomates pierden todo su sabor en la nevera. El aire frío hace que se frene el proceso de maduración, que es lo que les hace tan sabrosos. Además también se altera su textura ya que el frío rompe las membranas en el interior de las paredes de la fruta y la pone harinosa, por lo que lo más recomendable es poner los tomates en un bol en la encimera, en una cesta o en un carrito.
Según Harold McGee, especialista en Nutrición, debido a su origen semitropical, “el tomate no tolera las bajas temperaturas, que hacen que pierda su aroma”, entre otras consecuencias.
ACEITE DE OLIVA
El aceite de oliva hay que dejarlo en su envase en un lugar fresco y alejado de la luz o en envases que lo protejan de la luz pero nunca meterlo en el refrigerador ya que el frío hace que se condense rápidamente, se endurezca formando una pasta parecida a la mantequilla y, por supuesto, se altere su sabor.
PAPAS
Guardar una patata a baja temperatura hace que el almidón se convierta en azúcares por lo que se convertirá en una patata dulzona y harinosa. Lo más recomendable es guardarlas en una bolsa de papel ya que gracias a su porosidad, las patatas tardan más en pudrirse. Martha Stewart sugiere guardarlas en un lugar fresco, oscuro y con buena ventilación o en una despensa “con una temperatura entre 7 y 10 grados”. De esta forma, las patatas se pueden mantener “frescas durante varias semanas”.
PANES
El pan en la nevera se seca y se pone duro rápidamente. Es preferible guardarlo en una bolsa de tela para evitar que se ponga duro, como en la bolsa de papel, o correoso como el chicle, en la bolsa de plástico.
Si no se va a consumir en breve, la mejor opción es cortarlo en rebanadas, envolverlo en papel de plástico transparente para que conserve la humedad y congelarlo. Al sacarlo del congelador hay que dejarlo que se descongele del todo antes de comerlo o tostarlo.
AJOS
Al meter los ajos en la nevera, empezarán a brotar pequeños tallos y se pondrán correosos y mohosos. Para evitar esto y conseguir que los ajos se mantengan frescos, lo más recomendable es guardarlos en una bolsa de tela en un lugar fresco y seco.
MIEL DE ABEJA
Una baja actividad de agua, una gran concentración de azúcares (osmolaridad) un PH entre 3,5 y 4,5 y la presencia de peróxido de hidrógeno (comúnmente conocida como agua oxigenada) con efectos antimicrobianos y otras sustancias con propiedades antimicrobianas hacen que la miel no se ponga mala fácilmente mientras esté en un recipiente bien cerrado por lo que no existe ninguna razón por la que haya que guardar este alimento en la nevera. Al guardar la miel en la nevera se cristalizaría.
CEBOLLAS
La humedad de la heladera hace que las cebollas se reblandezcan y se pongan mohosas rápidamente, además empiezan a germinar pequeños brotes. Para evitar que se pudran tan pronto hay que guardarlas en un lugar fresco y seco... ¡y separadas de las patatas! Si se guardan juntas se pudrirán antes, porque al almacenarlas juntas emiten un gas que provoca que ambas se echen a perder.
Las cebolletas y los cebollinos, gracias a su alto contenido en agua, sí se pueden meter en la nevera.
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miércoles, 21 de mayo de 2014
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