Calma, respiración profunda, atención plena sobre lo que ocurre en nuestro interior, y disfrute de cada bocado y cada sorbo que ingerimos. Todo ello, preferiblemente en silencio y sin urgencia.
Estos son, además de los culinarios, algunos ingredientes de la comida zen o alimentación consciente, una práctica que gana adeptos en todo el mundo: no sólo en Oriente, de donde es originaria, sino sobre todo en los países occidentales, donde es objeto de investigación científica y ha llegado al mundo de la empresa.
Los empleados de Google, en California, pueden utilizar una hora para almorzar a conciencia en el campus de la empresa estadounidense, una práctica que aumenta el bienestar laboral y que, además, beneficia a la compañía porque, según los expertos y la evidencia disponible, aumenta la claridad y concentración mental y la energía física de los trabajadores y mejora su ánimo.
Alimentación consciente
Para investigar los beneficios de la alimentación consciente, la doctora Lilian Cheung, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, ha reunido al equipo de la Fundación Pilgrim de Atención de la Salud de dicha universidad, y les pidió que le dedicaran algo de tiempo a una almendra recubierta de chocolate, observando lo que hacían, pensaban y sentían al comerla.
“Nuestro ritmo de vida es cada vez más rápido, de modo que no tenemos la misma capacidad de introspección. Por eso, alimentarse a conciencia es cada vez más importante. Necesitamos preguntarnos si nuestro cuerpo necesita ciertos alimentos, por qué comemos uno u otro o si sólo lo hacemos porque estamos tristes y estresados”, ha dicho la nutricionista.
En las investigaciones de Cheung también se realizan pruebas como la siguiente: elija una comida que le apetezca mucho, llévese un bocado a la boca y mastíquelo con lentitud y sin hablar. Concéntrese en la textura, sabor, color y aroma de esa comida humeante y apetitosa.
Tras el primer bocado de ese alimento, note el impulso de comer más. Deje el tenedor sobre el plato. Note la lucha interna entre el deseo de seguir comiendo hasta atiborrarse y la consciencia de que, si lo hace, engordará.
Para algunos expertos como Cheung, actos tan sencillos como comer lentamente y disfrutar plenamente de cada bocado y sorbo ayudarían a solucionar la obesidad ya que, para muchas personas, “comer rápido significa comer más”.
Nuevo camino contra la obesidad
Al experimentar los placeres y las frustraciones de cada comida, la tensión interior entre el “quiero” y el “no me conviene”, una persona puede comer una hamburguesa a conciencia y disfrutarla mucho más, y darse cuenta de que su organismo ya ingirió suficiente y que en la siguiente comida necesita una ensalada.
La alimentación consciente también posibilita reconocer por qué sentimos el ansia intensa de comer y qué factores (emociones, situaciones, ideas) refuerzan el hábito de atiborrarnos de comida. El concepto de la alimentación consciente proviene de las enseñanzas del budismo zen, en el que muchos maestros alientan a sus discípulos a meditar mientras comen, a ampliar su nivel de conciencia a la vez que prestan atención plena a las sensaciones que les produce observar, sostener y masticar cada bocado.
“El zen es un camino para ampliar la conciencia, una práctica que ayuda a encontrar otra forma de vivir el presente y contemplar la realidad, un arte que consiste en dejar la mente en paz y sosiego”, explica el psicoterapeuta José María Doria, director de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal (EEDT).
Para vivir y alimentarnos en clave zen, según Doria, “hemos de prestar atención sostenida a lo que sucede dentro y fuera nuestro, hacernos conscientes de lo que estamos viviendo, cómo lo estamos viviendo y qué hacemos con lo que percibimos. Se trata de vivir nuestra vida cotidiana en absoluta contemplación. Observando y dándonos cuenta de lo que pasa aquí y ahora”.
Bocados en silencio y con calma
Durante los cursos de la EEDT se come y cena en silencio. Según Doria “aplicar el silencio y la atención sostenida, durante la comida tiene ventajas insospechadas: uno es consciente de lo que hace en cada instante: masticar, sentir, separar los sabores, tragar, saber lo que come y en qué cantidad, paladear cada sorbo y bocado con los cinco sentidos”.
Para Giglio, además de comer de forma consciente, también es importante cocinar aplicando la atención sostenida.
Según este experto la meditación zen tiene mucho en común con la cocina: “Cuando se realiza con consciencia y desde el corazón, la cocina, al igual que la meditación, crea un espacio de aprendizaje hacia la presencia, convirtiéndonos en observadores y cocineros de nuestra propia evolución y desarrollo. Se convierte en un camino ameno, divertido y metafórico para nuestro crecimiento interior”. “Sobre todo hay que disfrutar del pastel, eso es todo, nada más y nadas menos. Consiste en escuchar lo que nuestro propio corazón nos pide a la hora de cocinar, para después prestarle atención, llevarlo a la práctica y compartirlo con los demás”, aconseja Giglio.
ALIMENTOS SANADORES
1 PLÁTANO
Cura: estrés o ansiedad
La siguiente vez que estés estresada, toma un plátano. Con solo 105 calorías y 14 g de azúcar, tiene 30% de la vitamina B6 que necesitas para que tu cerebro produzca serotonina, esencial para pasar la crisis con paz.
2 TÉ DE JENGIBRE
Cura: Nausea
Docenas de estudios revelan que el jengibre puede aliviar las nauseas causadas por movimiento o el embarazo.
3 ALBAHACA
Cura: Malestares estomacales
Estudios sugieren que el eugenol, un compuesto en la albahaca, ayuda a evitar (o aliviar) los dolores estomacales, la nausea, los calambres y la diarrea al matar bacteria como la Salmonella y la Listeria. El eugenol tiene una propiedad antiespasmódica que mantiene los calambres menstruales lejos.
4 REPOLLO
Cura: Úlceras
Un estudio encontró que el sulforaphane, un poderoso compuesto en el repollo, elimina H. pylori (la bacteria que causa úlceras gástricas y péptica) antes de que pueda llegar a tu intestino. Puede incluso ayudar a inhibir el crecimiento de tumores gástricos.
5 DAMASCOS
Cura: Previene cálculos 8 damascos secos (en mitades) contienen 2 g de fibra, 3 mg de sodio y 325 mg de potasio, que ayudan a prevenir la acumulación de minerales en la orina que llevan a la formación de cálculos (piedras en el riñón).
6 AJO
Cura: Candidiasis
El ajo contiene aceites esenciales que pueden inhibir el crecimiento de Candida albicans fungus, el culpable del dolor, picor y descarga vaginal de las infecciones vaginales por hongos. Estudios recientes sugieren que el tomillo, los clavos e incluso los aceites esenciales de la naranja son fungicidas efectivos.
Etiquetas
- Arroz
- Aves
- Carne
- Cerdo
- Chefs
- Choclo
- Comida Alemana
- Comida Arabe
- Comida Argentina
- Comida Boliviana
- Comida Brasileña
- Comida China
- Comida Colombiana
- Comida Cubana
- Comida Ecuatoriana
- Comida Española
- Comida Francesa
- Comida India
- Comida Italiana
- Comida Japonesa
- Comida Marina
- Comida Mexicana
- Comida Peruana
- Comida Suiza
- Comida Tailandesa
- Comida Vegetariana
- Conejo
- Cordero
- Desayunos
- Ensaladas
- Entradas
- Festivales
- Fideos
- Frutas
- Hamburguesa
- Hot Dog
- Huevos
- Notas de Interes
- Papas
- Parrillada
- Pastas
- Pescado
- Pizza
- Pollo
- Quinua
- Salsas
- Salud
- Sándwiches
- Sopas
- Videos
- Zapallo
No hay comentarios:
Publicar un comentario