Ingredientes
600 grs de pechuga de pollo
2 dientes de ajo
1 trozo de jengibre (del tamaño de la mitad de una nuez)
¼ cucharilla de comino molido
¼ cucharilla de cilantro
molido
1 vaso chico de caldo de pollo
3 cucharillas de azúcar
2 cucharillas de curry en polvo
100 grs de maníes pelados
1 locoto rojo
1 cucharada de ají rojo (líquido)
2 cucharadas de zumo de limón
2 cucharadas de mantequilla de maní
Sal
PREPARACIÓN
Lavar la carne de pollo, secarla y cortarla en tiras de tres centímetros de ancho.
Sumergir en agua unos 50 pinchos de madera para que no se quemen al asarlos.
Pelar y picar finamente el ajo y el jengibre. Mezclar con el comino, el cilantro y la mitad del caldo del pollo. Condimentar con una cucharilla de azúcar, otra de curry y algo de sal. Dejar macerar la carne una hora en este adobo.
Para la salsa: dorar los maníes en una sartén sin añadir ningún tipo de grasa. Dejarlos enfriar y machacarlos en el mortero (o triturar con la batidora).
Limpiar el locoto, desechar las
semillas, lavar y picar finamente.
Calentar, a fuego medio, el resto del caldo del pollo y mezclar con el ají rojo. Ir incorporando, poco a poco, los maníes, el locoto, 1 cucharilla de cilantro, 1 cucharilla de curry, el zumo de limón, el azúcar y la mantequilla de maní.
Dejar cocer la salsa unos dos
minutos. Debe quedar cremosa.
Sacarla del fuego y sazonar al gusto.
Sacar la carne del adobo, dejarla
escurrir y ensartarla en las brochetas. Encender el grill del horno y poner las brochetas a asar durante
10 minutos, dándoles la vuelta con frecuencia, hasta que se doren.
Servir con la salsa de maní.
Un secreto: puedes usar leche de coco para que la receta tenga un sabor completamente tailandés
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