• 150 gramos de vino blanco seco
• 15 gramos de vinagre (opcional)
• 1 cebolla
• 1/2 hoja de laurel
• 1 ramita de tomillo
• 1 c/c de pimienta negra
• 200 gramos de salsa española
• 1 pizca de azúcar
• Guindilla o ají molido
• 1 c/s de finas hierbas y sal
PREPARACIÓN
Pela la cebolla y pícala bien pequeña, ponla en un cazo con el vino (y el vinagre si lo utilizas), el laurel, el tomillo y la pimienta negra. Llévalo al fuego y lleva a ebullición, en ese momento baja el fuego y deja reducir, moviendo de vez en cuando, hasta dos tercios. Añade entonces la salsa española y una pizca de azúcar, mezcla bien y deja reducir unos minutos, hasta obtener una salsa densa, fina, y brillante.
Incorpora antes de retirar del fuego, la guindilla y las finas hierbas. Prueba la salsa por si es necesario rectificar de sal, a veces nos gusta añadirle un hilo de aceite de oliva virgen extra. Puedes pasar la salsa diabla por el chino para no encontrar trocitos a la hora de servir, también puedes retirar simplemente el laurel, o triturar con la batidora de mano y llevar a ebullición antes de retirar del fuego.
Ya sabes que puedes variar el grado de picante a vuestro gusto, igual que el uso de hierbas aromáticas, si os gusta más o menos perfumado y dependiendo qué plato vaya a acompañar.
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