• 12 tomates secos en aceite
• 60 gramos de aceite de oliva virgen
• 15 gramos de piñones
• 1 ajo
• 2 gramos de albahaca fresca
• Guindilla al gusto
• 15 gramos de parmesano
• 1 pizca de azúcar
• 1 c/c rasa de sal y unas gotas de zumo de limón
PREPARACIÓN
Los tomates secos, si no los tienes en aceite, puedes ponerlos a rehidratar en agua y después escurrirlos bien, el tiempo dependerá de los tomates utilizados, hemos probado distintas marcas y cada uno se encuentra en un punto de secado diferente. Una vez que están un poco tiernos hay que secarlos bien y ponerlos en aceite, aunque en realidad no es imprescindible para hacer esta receta.
Lo que si será ideal es retirar las semillas que contengan. Pon en el recipiente que vayas a utilizar para triturar el pesto, sea manual o eléctrica, los tomates, los piñones, el ajo pelado y sin el germen interior, las hojas de albahaca, las gotas de zumo de limón, la guindilla, el azúcar y la sal.
Añade también la mitad del aceite de oliva, tritura y ve añadiendo más aceite hasta obtener la textura y densidad deseada. Finalmente incorpora el parmesano rallado y mezcla bien, añadiendo más aceite de oliva si fuera necesario. Deja reposar el pesto en el frigorífico para que todos los sabores se pronuncien y amalgamen.
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