Este truco lo rescatan nutricionistas de todo el mundo de la sabiduría popular. No necesita mayor complejidad que recordarlo antes de cada comida, principalmente el almuerzo y la cena.
La sensación de saciedad evita sobrepasarse de la porción necesaria, además mejora la digestión. Sus beneficios en la piel y en la circulación de la sangre son notorios inmediatamente.
También se lo puede inculcar a los niños ya que a diferencia de otros métodos, este no tiene contraindicaciones.
Si se tiene mucho apetito se puede tomar hasta dos o tres vasos y regularlo de acuerdo a las circunstancias. El agua diluye en la sangre la sustancia que produce el apetito.
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