Preparar tacos es divertido y con resultados deliciosos, esto se debe a la combinación de sabores y texturas que al adornar la tortilla engalanan cualquier mesa. Nada como el sabor mexicano en cada mordisco, sin embargo, prepararlo tiene sus trucos. Conócelos y conviértete en un experto.
Elegir la tortilla adecuada
Hay diferencias entre las tortillas caseras de maíz y las tortillas de harina de trigo tradicionales, sin embargo, ambas suelen ser perfectas cuando saben combinarse.
Por ejemplo, nada como el dulzón sabor de las tortillas de maíz caseras o artesanales para hacer tacos con mucha cantidad de carne, que aparte, resultan perfectos con la textura tostada que éstas ofrecen.
Ahora, si buscas flexibilidad en las tortillas y optas por agregar mucha cantidad de queso, las más comerciales con harina de trigo son perfectas y deliciosas.
Cuidar el relleno
¿Cómo vas a rellenar tus tacos? Puedes optar por salchichas, carne de cerdo, carne de res, pavo o pollo. Todos se cocinan en muy poco tiempo, y pueden tomar casi cualquier sabor con las especias adecuadas.
Inclínate por el comino, pimentón ahumado, e incluso agregarle una lata de tomates en salsa o realizarla de forma casera.
Otra opción un poco más elegante es preparar rellenos de mariscos frescos, como el camarón. Es el relleno más rápido de preparar.
También el pollo, asado o incluso el cerdo, revitalizan el sabor de los tacos.
Si optas por lo vegetariano, nada como el tofu, verduras, camotes y col, son buenas guarniciones y resultan muy nutritivas.
No descuidar las salsas
Un taco no es un taco sin un poco de acción al condimentarlos, y el secreto está en sus salsas. Aparte de las tradicionales salsas de tomates, puedes incluir una salsa de hierbas frescas, como el chimichurri verde.
No olvidar los detalles
Sella tu preparación con éxito utilizando aderezos o coberturas como el queso feta, trozos de queso fresco o queso cheddar rallado, cebollas en escabeche, rábano rebanado para añadirle una textura más vegetal, notas especiadas y col desmenuzada, crema de aguacate o crema agria. También las hiervas frescas enteras, como el cilantro y el apio.
