sábado, 2 de enero de 2016

¿Cenamos un sándwich?

Fuente Opinion

Un sándwich es fácil de elaborar, de transportar, resulta barato y además, le gusta a todo el mundo.

Italianos, franceses, portugueses y americanos han perfeccionado la milenaria técnica del “entre pan y pan”, con unos resultados tan deliciosos como sofisticados.

¿Quién dijo que un emparedado no puede ser elegante y refinado? El sándwich conocido como croque-monsieur apareció por primera vez en la carta de un café parisino en 1910, elevando el pan con queso Gruyere, jamón y bechamel al plano de las exquisiteces. Esta versión del típico emparedado hace salivar a los más reacios. Su variante más conocida es el Croque-madame, al que se añade un huevo frito o a la plancha.

La Francesinha es un bocadillo al que no le falta detalle. Pocos son los valientes que consiguen acabarse este contundente plato típico de Oporto (ciudad al norte de Portugal) Se considera una comida completa que proporciona una experiencia única de degustación por sus diferentes texturas y por el secreto de su salsa.

El sándwich americano BLT (Bacon, Lettuce and Tomato) es uno de los emparedados más famosos del mundo.

Su nombre proviene de la proporción de tocino, lechuga y tomate que se mezcla entre pan y pan para conseguir su genuino sabor.


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