Durante esta temporada consumir alimentos ricos en vitamina B ayudan a optimizar el metabolismo en forma natural. Esta vitamina se encuentra en carnes, hígado y riñones; pescado, cereales, pan y arroz integral, vegetales como brócoli, acelga y espinacas; legumbres, huevos y lácteos, entre otros.
La vitamina C tampoco debe faltar. Si bien los cítricos son los más conocidos también existen verduras muy beneficiosas como el brócoli, muy rico en vitamina C, es antioxidante y bajo en calorías.
Si se busca aumentar la temperatura corporal en forma inmediata, el camino son las sopas, guisos y cremas de verduras.
No se recomienda las carnes fritas, sino al horno, al jugo o a la plancha, para no sumar grasas poco sanas. Y consumir de manera racionada frutos secos.
Lo ideal es que todo esto vaya combinado con una rutina de ejercicios, pues en invierno, la dificultad para equilibrar la dieta aumenta, ya que el cuerpo exige comidas más elaboradas y de mayor cantidad de calorías para afrontar el frío.
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